Fisioterapia y rehabilitación del linfedema

El tratamiento del linfedema generalmente incluye una combinación de enfoques conservadores y terapias específicas para reducir la sintomatología y así mejorar la calidad de vida del paciente.
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Tratamiento conservador del linfedema

El objetivo del tratamiento es reducir la hinchazón o evitar que empeore, y aliviar los síntomas.

Terapia linfática descongestiva (DLT)

El tratamiento básico recomendado para el linfedema es la terapia linfática descongestiva (DLT). La DLT no cura el linfedema, pero puede ayudar a controlar los síntomas.

La DLT consta de 4 componentes:

1. Vendas de compresión: para complementar el ejercicio, expulsando el líquido de la extremidad afectada y minimizando su acumulación.

2. Cuidado de la piel: para mantener la piel en buen estado y reducir las posibilidades de infección

3. Ejercicios: para utilizar los músculos de la extremidad afectada y mejorar el drenaje linfático.

4. Técnicas de masaje especializadas, conocidas como drenaje linfático manual (DLM), que estimulan el flujo de líquido en el sistema linfático y reducen la inflamación.

El DLT implica una fase intensiva de tratamiento donde el paciente recibe terapia diaria durante varias semanas para reducir el volumen de la parte del cuerpo afectada. Luego, sigue una fase de mantenimiento donde el paciente se encarga de su propio tratamiento utilizando técnicas simples como masajes, compresión, ejercicio y cuidado de la piel

El objetivo es mantener el tamaño reducido de la parte del cuerpo afectada, con revisiones periódicas para monitorear la progresión del tratamiento.

Vendajes y prendas de compresión

Las prendas de compresión son un pilar básico en el tratamiento de linfedema, y se pueden utilizar de manera aislada o tras otras intervenciones como masajes drenantes o cirugía, para evitar el reacúmulo de líquido tras estas terapias.

A diferencia de la circulación sanguínea, el sistema linfático no tiene una bomba central, como el corazón, para propulsar el líquido a los ganglios linfáticos.

En su lugar, utiliza el efecto de masaje de los músculos circundantes para mover el líquido. Los vendajes o prendas de compresión, como mangas, guantes, medias o leotardos, colocados sobre las extremidades afectadas actúan como una fuerza similar a los músculos, estimulando un drenaje linfático más eficaz. Así, la combinación de ejercicio y compresión favorece el drenaje del líquido de la extremidad.

Cuidado de la piel

Es importante cuidar bien la piel para reducir el riesgo de desarrollar infecciones, como la celulitis.

Movimiento y ejercicios

Como hemos visto, el equipo experto en fisioterapia debe ayudar al paciente a diseñar un plan de ejercicios y movimientos para fortalecer y estimular los músculos implicados en el drenaje linfático. También a perder peso en caso de que sea necesario.

Puede incluir ejercicios específicos, según la parte del cuerpo afectada, así como actividades suaves que impliquen a todo el cuerpo, como nadar, montar en bicicleta o caminar. También se le suele aconsejar que eleve la parte del cuerpo afectada siempre que sea posible.

Masajes

Para empezar, el paciente de linfedema puede recibir masajes especializados denominados drenaje linfático manual (DLM), normalmente realizados por un terapeuta especializado, para desplazar el líquido de las zonas inflamadas a los ganglios linfáticos de trabajo, donde es drenado a la circulación central. Se suele enseñar una serie de técnicas de masaje más sencillas que el paciente puede realizar durante la fase de mantenimiento del tratamiento para ayudar a mantener baja la hinchazón. Estas técnicas de automasaje se conocen como drenaje linfático simple (DLS).

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